¿Cuánto hay de azar en el cáncer?

¿El cáncer es un juego de azar?

Recientemente se publicó en la prestigiosa revista Science un artículo escrito por Tomasetti, Li y Vogelstein (http://science.sciencemag.org/content/355/6331/1330.full) en el que, en seguimiento a una publicación previa, realizan un análisis de correlación entre el número de divisiones de las células troncales (stem) somáticas (de los tejidos) y el riesgo de 17 tipos de cáncer en 69 países. Los autores concluyeron que existe una estrecha correlación entre estas dos variables, lo cual lleva a concluir que dos terceras partes de las mutaciones en un tumor son resultado del azar. Es decir, generalizando, del 100% de las mutaciones en el ADN encontradas, el 66.66% tuvieron un origen no hereditario ni ambiental (entendiendo por ambiental carcinógenos como el humo del tabaco, etc.).

Esta publicación ha sido difundida y comentada extensamente (http://elpais.com/elpais/2017/03/23/ciencia/1490286152_670447.html , http://www.milenio.com/firmas/fernando_fuentes/principal-causa-cancer-azar-milenio_18_927687265.html , http://www.huffingtonpost.com.mx/2017/03/27/la-principal-causa-del-cancer-podria-ser-el-azar_a_22013737/ , http://www.excelsior.com.mx/global/2015/01/01/1000438 ).

El cáncer en adultos tiene su principal origen en la presencia de mutaciones “conductoras” en el ADN que afectan genes importantes para uno o varios de los procesos distintivos (hallmarks)  del cáncer, como la proliferación (crecimiento), muerte celular, invasión, reparación del ADN, etc. En general se requieren varias de estas mutaciones para iniciar y terminar el proceso carcinogénico. Estas mutaciones pueden ser ocasionadas por 1) factores hereditarios como las mutaciones en genes BRCA1 que regulan la reparación del ADN, 2) ambientales como el humo del tabaco y, lo que los autores del mencionado artículo destacan, 3) errores azarosos en la replicación o reparación del ADN. En todos los tumores de pacientes adultos en los que se ha buscado, se han encontrado evidencias de mutaciones originadas por los tres tipos de alteraciones, variando el porcentaje de cada uno en cada tumor específico. Por ende, cada uno de los tumores tienen una contribución mayor o menor del azar y podría ser una de las causas (no la única) de que fumadores de muchos años no tengan cáncer o personas que nunca han fumado puedan desarrollar esta enfermedad. Sin embargo, muchos de los medios han errado dramáticamente en la comunicación del mensaje. Algunos de ellos han incluso mencionado que la causa del cáncer es el azar (http://www.excelsior.com.mx/global/2015/01/01/1000438). Es indispensable entender que el porcentaje de tumores prevenibles SIGUE SIENDO ALREDEDOR DEL 42%. Es decir, en muchos de los tumores, el ambiente (y a veces la genética) tiene un papel muy importante, dado a que una buena parte de las mutaciones en un tumor son debidas a estas causas. Un tumor específico que tenga 50% de mutaciones debidas al azar puede aún así haber sido prevenido.

Es por ello que los autores comentan que la prevención primaria (la que evita que de primera instancia no se mute el ADN) puede no funcionar para todos los tumores, en particular aquellos en los que las mutaciones por el ambiente y por causas hereditarias son menores (aunque no se excluye que en el mediano plazo podamos disminuir la tasa de mutaciones al azar).

Cabe mencionar que los autores basan su análisis en la premisa de que el cáncer presenta diferencias en la participación de los mecanismos hereditarios en diferentes poblaciones humanas, lo cual no está probado y causa un sesgo importante en sus conclusiones. Sería importante realizar un estudio mayor empleando los datos de secuenciación de nueva generación de las grandes bases de datos internacionales como el ICGC para determinar si los datos cuadran y el porcentaje de mutaciones por azar se mantiene en distintas poblaciones.Finalmente, siguiendo un error común, los autores señalan que la primera causa de muerte en el mundo es el cancer, lo cual no es cierto (las muertes por eventos cardiovasculares incluyendo infartos cardiacos y eventos vasculares cerebrales siguen siendo la primera causa).

Pese a estas últimas observaciones, el artículo nos otorga sustento científico a lo que los investigadores en cáncer asumíamos durante años: las mutaciones por errores azarosos en el ADN son importantes en la génesis del cáncer.